El secretario general de Hezbolá, Naim Qassem, ha rechazado categóricamente este domingo entregar las armas de su organización, desafiando un plan respaldado por Estados Unidos para el desarme del grupo libanés. En un discurso pronunciado desde su búnker en Beirut con motivo del Día de la Ashura, Qassem declaró que "las amenazas no conseguirán que capitulemos".
El líder de la milicia chiíta se mostró sorprendido ante lo que calificó como "exigencia de desarme", argumentando que los cohetes de Hezbolá "representan la base de sus capacidades de defensa". "Que nadie nos pida que depongamos las armas", enfatizó Qassem durante su intervención.
Plan estadounidense encuentra resistencia
La propuesta de desarme fue presentada por el enviado estadounidense Tom Barrack, quien exige el control estatal sobre todas las armas y el desarme de grupos no estatales en Líbano. El plan cuenta con el respaldo del presidente libanés Joseph Aoun, quien ha insistido repetidamente en que solo el Ejército libanés debe defender el país.
Según fuentes próximas al documento citadas por medios libaneses, Barrack había establecido noviembre como plazo límite para que Hezbolá completara su desarme. El enviado estadounidense tiene previsto viajar este lunes a Líbano para continuar las negociaciones con el Gobierno.
Alto el fuego precario desde noviembre
Hezbolá e Israel mantienen un frágil alto el fuego desde noviembre del año pasado, tras meses de combates que comenzaron prácticamente al mismo tiempo que la guerra de Gaza. Los enfrentamientos evolucionaron desde intercambios de artillería hasta una invasión israelí del sur del territorio libanés.
Israel había prometido retirarse del sur de Líbano y cesar sus ataques si el Ejército libanés asumía el control definitivo de la zona. Sin embargo, según los militares israelíes, esto nunca ha ocurrido completamente, por lo que continúan lanzando ataques contra lo que describen como "posiciones" de las milicias de Hezbolá.
Desafío directo a la comunidad internacional
"Aquí no hay lugar para la rendición. Que nadie cuestione ni nuestras capacidades ni nuestras habilidades, porque somos hombres de combate", declaró Qassem en su discurso. El líder de Hezbolá, grupo aliado de Irán, dejó claro que su organización no cederá ante las presiones internacionales para entregar sus misiles.
La postura de Qassem representa un desafío directo tanto al plan estadounidense como a los esfuerzos del presidente Aoun por consolidar el control estatal sobre todo el territorio libanés. La negativa de Hezbolá a desarmar mantiene la tensión en una región ya de por sí inestable.
(EUROPA PRESS) Nota: Este artículo ha sido editado con la ayuda de Inteligencia Artificial.
